Cuando los juegos acaban mal.

Estaba yo esperando a una amiga con la que pensaba hacer una práctica de yoga, tenía la esterilla, el zafu y la manta listos y ya me encontraba sentada y disponiéndome a empezar a meditar, cuando mis dos gatitos descubrieron el equipamiento que tenía preparado para mi compañera.  Empezaron a curiosear olisqueando la esterilla, subiéndose […]

×